viernes, 7 de diciembre de 2012

Los que te amamos



Y de todos 
los que te amamos 
en silencio,
soy el único 
que se enamora de ti
cada noche, 
cada día para siempre.

La mujer que me ama



Ella es como lluvia
cayendo enamorada sobre mí.
Es la vida
que corre libre por mis venas.
Su amor se desliza
por mi cuerpo y lo envuelve,
lo hace río y luego mar.
Soy un hombre
soñado
por una mujer que ama
los sueños que soy.

Me miras



Me miras
y surge la alegría 
donde la tristeza estaba.
Me miras
y mis sueños despiertan
para volar en tus sueños.
Me miras
y es como si tus ojos
fueran la verdad del universo,
como si yo existiera
y no fuera sólo un sueño
ciego a los sueños.
Me miras
y ya soy tuyo.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Por ti



Por ti volvería
a recorrer los años de soledad,
el silencio de muchas noches,
los aguaceros que han caído;
volvería a esperarte cada día
asomándome al ayer
sin entender el porqué 
no regresaste.
Volvería mil veces 
a recostarme en tu pecho
y dejaría que mi amor
latiera en tu corazón.
Volvería al pasado 
por sólo un día más
de sentirte entre mis brazos.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Enamorados


Somos dos enamorados
que se cruzan 
como estrellas brillantes
en los sueños del otro.
Somos dos mundos
mirándose sin cesar,
sin dejar de maravillarse.
Somos como planetas
que, aunque se alejen,
giran alrededor del otro.
Dos sueños que resplandecen
en la noche
porque son uno para siempre.
Estamos destinados
a encontrarnos una y otra vez,
porque, a pesar de la distancia,
nunca hemos dejado de amarnos.


martes, 27 de noviembre de 2012

El olvido





De esos que fuimos 

en los sueños del otro 

no hemos vuelto a saber nada.

Nuestro recuerdo ha partido.

Ese otro yo que era tuyo

tal vez siga contigo,

pero ahora camino solo

detrás de ese que cada día

se parece más a mí.


Otro yo




Tengo otro yo,

amanuense de todas mis tristezas y dolores,

que no sabe que hay otro en mí

que vivió muchas vidas,

muchos sueños, que amó a las mujeres

y oyó y escuchó

a los sabios y a los tontos por igual,

que olió la tierra caliente,

aspiró el aire de los páramos,

nadó ríos, lagos y mares,

ascendió montes y descendió a los infiernos,

y se puso como meta 

no tratar de llegar al cielo,

sino dejar que junto a ti

la vida nos lloviera encima.